Ruta Medieval por la Alpujarra

11 de Enero de 2014

Comentado por Silvia

Quedamos en el cubo a las 7:50h de la mañana para desplazarnos a Juviles, donde dió comienzo esta salida guiada por Antonio y Silvia.

Recorrimos buena parte de los caminos medievales, permitiendonos conocer las huellas materiales del medioevo. El tramo de camino cuyo recorrido realizamos, se encuentra dentro del Sitio Histórico de la Alpujarra Media y La Taha, comenzando en el término municipal de Pórtugos y finalizando en el de Juviles.

(Carmen, Inma, Inma, Rafa, Araceli, Lidia, Mariano, Silvia, Antonio, Araceli, Miguel, Andrés, Joaquín, Curro, Belén,Antonio, Toñi,Loli, Heny, Angel, Jose Antonio, Mª Luz, Ana, Elena, Carmen, Alexander)

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Entorno Natural:Parque Natural de Sierra Nevada
distancia: 21Km
Dificultad:Media-Alta
Tiempo: 8hrs paradas incluidas
Tipo ruta: Lineal

Sábado 11 de Enero, con unas previsiones de lluvia de un 70% que para nada los amedranta, parten un grupo de avezados andarines rumbo a Portugos, dispuestos a disfrutar de la ruta que tan concienzudamente (y puedo dar fe de ello) ha preparado nuestro guía de hoy, Antonio Escobedo. Breve parada en Lanjarón para recogernos a Miguel, Antonio y a mí, y a tirarnos al coleto 40 minutos de curvas, pá emparejarnos el cuerpo.

Llegada a Portugos e inicio de nuestra ruta, un sendero de origen medieval, documentado en los libros de apeos del s.XVI de los diferentes municipios por los que transcurre. Iniciamos la bajada hasta Atalbeitar, que en árabe significa barrio del veterinario, coincidiendo con el sendero de Gran Recorrido GR7, de carácter internacional que atraviesa varios países, y seguimos descendiendo hasta Ferreirola, en árabe “pequeña mina de hierro, a la llegada nos sorprende su antiguo lavadero, en uso público hasta no hace mucho, con la fuente conocida como “La Gaseosa” aguas con alto contenido en hierro y gasificadas de forma natural y la era-mirador, observando a la derecha podemos ver varias veredas de gran pendiente, que sinuosamente suben la ladera este del Río Trevelez, conocidas como escarihuelas.

Iniciamos el 2o tramo de nuestra ruta, que nos permite alcanzar el otro lado del Valle del Río Trevelez, para enlazar con el Camino Real de Trevelez, principal vía de comunicación entre la Contraviesa y la Alta Alpujarra desde la Edad Media hasta hace unos 60 años.

Hasta llegar al Río Trevelez disfrutamos de una bajada más que agradable, con los cinco sentidos abiertos tras cada paso, con vistas espectaculares al barranco.

Tras cruzar el puente, iniciamos una fatigosa y dura subida de unos 300 m. de desnivel, la Escarihuela del Helechar que nos conduce al Portichuelo de Cástaras, cruce de caminos de gran importancia para la comunicación de la comarca y donde comienza el siguiente tramo de la Ruta Medieval, se inicia en los Prados de Cástaras, parte del camino está empedrado, a veces en mal estado, hay que pensar que algunos de estos tramos son incluso del período tardo-romano y ya han pasado algunos años y pisadas por ellos...!

En la zona de los Prados, el camino cruza bajo un túnel de cantería realizado en el primer tercio del S.XX, para proteger a los viandantes de la caída de materiales de las vagonetas mineras. En ésta zona acamparon las tropas castellanas en la última campaña de guerra contra los moriscos s.XVI, antes del ataque final a la fortaleza de Juviles.

Y llegamos al Barrio Alto de Cástaras, iniciando la bajada hasta el Barrio Medio, donde enlazamos con el llamado Caminillo Viejo que nos guiará hasta Nieles, discurre por la ladera sur del Cerro Mancilla, en su mayor parte por terreno rocoso y sin cultivos. Ofrece unas hermosas vistas sobre la Contraviesa y la Rambla de Cástaras y facilita la conexión con los restos de las minas de mercurio de Mancilla, cuya explotación se inició en el primer tercio del s.XIX y que hoy día están abandonadas.

Una vez llegados a Nieles, decidimos hacer la parada para comer, tras la búsqueda infructuosa de un bar abierto, iniciamos la degustación de nuestras viandas. Repuestos ya, tomamos el Camino de la Vega de Nieles, que da acceso a su vega, en la que se mantienen los cultivos tradicionales de huerta y frutales mediante muros de “piedra sobre piedra” sin argamasa. Cruzamos el río de Nieles para ascender al Cortijo de Lobrazán y continuamos por la acequia del mismo nombre por el portillo existente entre el Peñon Hundío y el Cerro de las Eras, rodeando el Peñon Hundido para llegar a la era y la alberca, eso sí en éste último tramo por un camino de cemento con un fuerte desnivel, pasamos junto al cementerio de Timar y las minas de mercurio y nos dirigimos a Juviles por el Camino de Timar, que asciende por la margen izquierda del Río Nieles.

El nombre de Timar viene del latín “timer”, el temido, población de Juviles, la segunda más pequeña en extensión de ésta comarca y que goza de un clima ideal para la curación de jamones, además de una fortaleza del s.VIII, llamada popularmente “el fuerte” de gran importancia en la Edad Media y conquistada por Abderramán III en el 913.


Y llegamos a Juviles, final de nuestro recorrido, aquí sí que encontramos un bar abierto donde degustar la merecida cerveza, por aquello de la hidratación....


Sobre la 5 iniciamos el viaje de vuelta, con la satisfacción de haber disfrutado de un magnífico día,e unos paisajes espectaculares y de la Alpujarra más desconocida pero cómo siempre sorprendente.