Robledal de Cáñar

Pampaneira, Soportújar, Cáñar, Lanjarón

Esta ruta la realizamos el día 9 de Febrero de 2008, quedamos a las 8:00h. en el Cubo, para llegar a las 9:00h. a Lanjarón donde dejamos los coches y cogimos un microbus que nos llevaría a Pampaneira, lugar en el que comenzamos a andar. El guía fue Antonio Rosillo.

(Elena,Paco,Antonio,Luisa,Rafa,David,Inma,Ana,Elena,María,Chencho, Rocio,Inma,Isa,Soco,Ildefonso,Silvia,Migue,Heny,Loli,Lidia,Javi,Ana, Blas,Tomas,Puri,Antonio,Alberto,Fernando,Luis,Diego)

Nos hizo un día primaveral, nada normal para la época del año en que nos encontrabamos. La manga corta arrasó entre los asistentes.

En Lanjarón, un gran grupo comenzó la ruta con unos buñuelos para tomar fuerzas, otro grupo decidió ir a una cafeteria, que no por estar situada más cerca del autocar, les haría terminar antes, solo apareció un camarero y no daba a basto. Casi tienen que abandonar el tema desayuno con la barriguita vacia. Pero bueno, por fín conseguimos reunirnos y tomar camino hacía Pampaneira, donde nos abandonó el autocar, para por fín empezar a hacer gasto de ese más que suculento desayuno.


Al salir de Pampaneira, el sendero nos ofrecia grandes vistas del barranco del Poqueira, de la central electrica de Pampaneira, de Bubion y su entorno.....
Continuamos el camino, andando, andando, andando... muy estirados y cada vez más estirados, ciertos personajitos como Diego y Javier decidieron tirar con fuerza, fuerza que parece ser, les había dado los buñuelos. Los de atrás, sin mediar palabra les seguiamos, disfrutando del paisaje que aparecía ante nuestros ojos, Pampaneira ya a los lejos y Bubión aún más.


Sin darnos cuenta nos encontramos con el cementerio de Soportújar, sitio por el que entramos a este bonito pueblo.
Ya con calor, decidimos refrescarnos en una fuente que encontramos a nuestro paso.


Continuamos y nos encontramos con calles encaladas y tranquilas. Observamos unas escaleras que subían y subían..., nos llevarían al sitio ideal para recuperar fuerzas, teniamos ante nuestros ojos unas vistas de Orgiva de primera.


Repuestas fuerzas, continuamos nuestro camino, nos quedaban 4 km. para llegar a Cáñar. El sendero transcurre junto a una acequia, presagio de que pronto llegariamos al famoso Dique 24.
¡¡Fascinante!!
No imaginaba que fuera tan grande.
Pero aún más, su explanada, donde podemos ver el barranco de Barjas. Mirar hacia abajo daba vértigo.


Continuamos nuestra ruta por estos bonitos pueblos pasando por zonas con cipreses, huertas con almendros, chumberas....


Llegamos al pueblo de Cáñar sobre las 13:30h., donde además de refrescarnos en su fuente, andar por sus calles,....


Un gran grupo presidido por los 'jefes', decidió hacer uso de las tapas y cervecitas granainas. No sabían, que las piernas se aflojan con el alcohol.


Otro grupo, como buenos senderistas, esperamos hasta el final.


Terminada esta nueva parada, nos quedaban 7 km. hasta llegar a Lanjarón. Salimos de Cáñar por el Camino de las Viñas, este camino nos lleva hacia el Barranco de las Peñas, en una suave bajada. Y una vez cruzado este, nos encaminamos hacia el barranco de los Jarales (Rio Seco). Estamos llegando al termino municipal de Lanjarón y el sendero se va empinando poco a poco.


Hemos ascendido hasta los Llanos de los Jarales, las vistas son extraordinarias y siguiendo el camino llegaremos al Cortijo del Plantio y más adelante al de las Balsas.
Decidimos hacer una parada para comer, son las 15:05h. y los que no habiamos tomado tapita, lo necesitamos.
Diego muy aplicado, apunta todos los asistentes a la ruta, luego aparecerán en la página.
Entre bromas, risas, comentarios, chocolates, tortillas, bocadillos..., pasa el rato. Llega la hora de moverse, nos queda poco camino para llegar a Lanjarón.


Comenzamos a andar y en pocos minutos, nos encontramos en la ermita de la cruz, son las 15:50h., podemos ver el pueblo de Lanjaron desde aquí.


Nos queda la parte más facil, con un suave descenso llegamos al final del trayecto, Lanjarón, son las 16:15h. y la prueba ha sido superada con:
SOBRESALIENTE.


Por fín llega la tan ansiada Cerveza.
La tapita en esta ocasión brilló por su ausencia, hecho que no deslució nuestro disfrute.

Nos vemos en Jérez del Marquesado


Comentado por Inma Rubio