Alcornocal de Lujar

13 de Marzo de 2010

Comentado por Inma Romero

El Alcornocal de Lújar se localiza en el interior de la Sierra de Lújar. Es un precioso bosque de estilo mediterráneo, lleno de alcornoques, madroños, castaños y pinos, entre otras especies, una de las pocas zonas arboladas que todavía se conservan en toda la comarca.
Cuenta con una rica fauna, lugar donde habitan numerosas especies de aves y mamíferos, entre los que destacamos el jabalí, la cabra montesa y el zorro.

Quedamos a las 8:30h, en el Cubo para dirigirnos al pueblo de Lagos, donde comenzaría una ruta de dificultad media y 6 horas de duración, guiada por Elena.



(Inma, Inma, Raquel, Elena, Antonio, Rafa, Gonzalo, Emilia, Blas, Pacoto, Alberto, Lidia, Heny, Miguel)

LAGOS
Por la Gorgoracha y los caracolillos de Velez muchos habíamos pasado alguna vez. Pero ¿alguién sabía donde estába Lagos? Pues ahora nunca lo olvidaremos, ni su potaje de hinojos, ni los pepinos de Lújar.


Antes de comenzar la ruta, tomando un café en el bar del pueblo, ya olimos el caldillo de pepitoria, como los que nos hacían nuestras abuelas. No se paró en todo el día de hablar de potaje de hinojos.

¡¡Que bien se habían enterado de lo que estaba guisando la mujer!!

Comenzamos nuestra ruta desde la plaza de Lagos en dirección a Lújar, por un antiguo sendero de mulos, única comunicación antigua y directa actual entre ambos pueblos.


Y es que en Lagos parece haberse detenido el tiempo, se acaba la carretera, viven 20 personas, y por allí nadie va de paso.


El día que prometía soleado, tenía nubes bajas sobre todo el litoral. El sendero, con sus escalones de piedra y lascas de pizarra, nos iba elevando y nos iba mostrando toda la costa tropical.




Lástima la neblina que no
nos dejó verlo bien.


Al alcanzar los molinos de viento, nos adentramos en el alcornocal por una pista ancha, que va descendiendo en zig-zag hasta llevarnos a Lújar.


El sendero era idílico en algunos tramos, forrado de trebolillo y flores a ambos lados.


Estaba todo empapado de agua, un arroyo se nos cruza un par de veces.


Y también se nos cruzó una furgoneta cargada de pepinos.
La buena mujer que conducía bajó la ventanilla, y...
¡ala, venga darnos pepinos!
¡bien hermosos y de formas irregulares!,
porque los parejos iban para venderlos.

Mucho cachondeo con los pepinos, no tenemos apaño.


Desde Lújar, ascendemos por un bonito sendero empedrado, como las antiguas calzadas romanas, chorreando el agua por todas partes. Los huertos de almendros nos rodean.


De nuevo hacia los molinos de viento, las nubes nos cierran por completo. No se ven ya ni los molinos, ni Lujar, ni Lagos. Estamos en mitad de la nada.

¿Que es esto que hay en el tronco del alcornoque? Rafa nos responde...

Grupo de sombreros de Trichaptum biforme en fase madura , imbricados unos con otros , en forma de abanico y con cutícula zonada con varios tonos de color: ocre, verdoso, marrón, violeta...
Es frecuente y abundante en troncos enfermos o caídos de alcornoque ( Quercus suber).


Por delante hemos perdido a la gente, van que se las pelan para entrar en calor con el potaje.

Menuda excursión, irrepetible en un paraje que suele ser muy seco.

Y menudo festival nos dimos, eso que ya nos habíamos tomado el bocadillo.Hasta fuego de Barrabás rondado con las petacas.






Petaca va, petaca viene, nada bueno trae. La mente de Antonio comienza a ver cuernos....

Esta excursión hará historia.