Charco del Negro

12 de Febrero de 2011

Comentado por Rafi

El sábado 12 de febrero por fin nos decidimos a participar en una excursión este año, la verdad es que la información que había puesto Rafa pintaba bastante bien (que si te leemos!!!!) El paisaje según datos de Rafa iba a estar protagonizado por sierras de mediana altura con abundante agua. Panorámicas llenas de frescura en medio de pasillos montañosos, con mezclas de suaves colinas, tajos, arroyos y ríos con frondosas alamedas, numerosos encinares, chaparrales, olivares y almendros??????

(Joaquín, Chencho, Inma, Inma, Javier, Rafa, Raquel, Alexander, Gonzalo, Elena, Mercedes, Jesús, Rafi, Loli, Heny, Alicia, Antonio, Paco, Ana, Reyes, Miguel, Emilia, Lydia, Jose Luís, Lola, Juan, Pacoto )

Toda dispuesta para pasar una excursión memorable, a hacer una primera incursión por la Sierra de Loja, una desconocida para mi me dirijo al cubo ya que habíamos quedado a las 8.30. Tras saludos de rigor nos reagrupamos y ponemos en marcha, al punto de encuentro que como había recordado Miguel era en el Hotel Manzanil en Loja (frente Mercadona), donde nos esperaba nuestro anfitrión Joaquín.


Joaquín como buen anfitrión nos invitó a los famosos tejeringos de Loja (churros a dieta, ya que son más delgados que los que conocemos por Granada).

Y es tomando los churros cuando surge el primer contratiempo, Heny estaba esperando en el área Manzanil de la autovía, Joaquín como buen conocedor de su pueblo nos guía por calles estrechas y tortuosas hasta salir de nuevo a la Autovía y estacionar en el área de los Abades.


Los churros nos han sabido a gloria, pero entre unas cosas y otras la ruta prevista no la podemos realizar ya que es un poco tarde para ello. Por fin nos hemos reagrupado todo el grupo, en esta ocasión bastante numeroso, somos más de veinte, y empezamos a andar con brios y ganas, hay que eliminar las calorías del chocolate con churros.


Se decide realizar la ruta que va por la vereda de los pescadores, recorrido de unos 12 Km, todo en ascenso. Partimos de una cuota de salida de 488 m tomando un carril o pista zigzagueante en continuo ascenso que alcanza una apreciable altura para la zona, llegando hasta 1670 m., aunque nosotros nos hemos quedado más bajos, a unos 1.492 m.


Nuestra meta va a ser el Charco del Negro. Las lagunas o charcas de la Sierra de Loja tienen un origen karstico, tratándose en realidad de dolinas formadas por efecto de la disolución de materiales calcáreos por acción del agua y un posterior deposito de materiales arcillosos que por arrastre y sedimentación se acumulan en su fondo, impermeabilizando la dolina, como diría nuestro experto Rafa.


Los primeros kilómetros atraviesan un bosque de repoblación de pino carrasco con algunas zonas de encinar, bastante deteriorado. Después del bosque, la sierra nos muestra una carencia de vegetación arbórea, debido en parte a las condiciones climáticas que soporta y en parte a la sobreexplotación ganadera. La flora a destacar en este recorrido son los iris silvestres en plena floración.


El grupo se va desmembrando porque Juan, Javi y Alexander tiran delante, pronto perdemos de vista al resto de compañeros y no nos percatamos de que Loli está teniendo problemas por los vertigos que suelen atacarle de vez en cuando. Menos mal que siempre hay algún compañero que va provisto de botiquín.


Subiendo, subiendo, chachara con unos y con otros, descubrimos los dotes culinarios de Rafa, berenjenas en tacos. La conversación toma un cariz gastronómico y los jugos gástricos empiezan a funcionar y nosotros seguimos subiendo y subiendo. Por fin!!!! llegamos al Charco del Negro.


Damos cuenta de los bocatas y algún valiente quiere seguir subiendo hasta la cueva Hora, pero tras una charla de Lola con Joaquín, queda claro que de allí no subimos ni un metro más.


Tras la foto de rigor y la visita del panel informativo, por indicación de Antonio, leemos la información sobre los valores biológicos del humedal, haciendo hincapié en las comunidades de anfibios y en particular destacando la importante población de Gallipato, ¿alguien lo vió? media vuelta.


La bajada monte a través, para no perder la costumbre de la peña, por la Sierra de las Cabras (que nombre más bien puesto) cuesta bastante ya que el suelo es todo de lapiaz, lleno de piedras fracturadas, difícil no tropezar y quizás por ello Emilia se daña un dedo del pie. ¿Javi y el Gipiese? Dónde está el camino?


Tras más de un tropezón bajamos los 800 metros de desnivel y pensábamos que ya estábamos cerca del lugar de la cervezita de rigor, error!!!, este camino no tiene fin. Javi y Alexander de avanzadilla como siempre ni se les ve.

Pero como diría la canción “aunque parezca mentira” todo llega a su fin, y pudimos tomar la ansiada cerveza.

Agradecimiento a Joaquín y despedida.

¡Nos vemos en la próxima!