Ascenso al Puntal de las Cazoletas

10 de Marzo de 2012

Comentado por Rafa

Quedamos en el Cubo a las 8:30h para dirigirnos al Barranco de San Juan, lugar en que daba comienzo nuestra ruta.

(Loli, Inma, Rafa, Alexarder, Jose Miguel, Antonio, Heny, Mercedes)

O zí... No se puede decir que ésta ruta haya levantado un gran entusiasmo entre los componentes de ANDARINA.

Llegó el día diez de marzo y se habían apuntado pocos, poquísimos, vaya sólo ocho andarines, para volver a nuestro querido Puntal de las Cazoletas.

Y eso que íbamos a retomar la ya casi olvidada ruta de la “Vegueta del Caracol”. Pues a pesar de eso, si nos descuidamos vamos sólo el guía y yo.

A las nueve y media de la mañana, tras recoger en Cenes de La Vega a Alexander, llegamos al bar del Charcón Loli, Mercedes, Heny, Inma, Antonio, Miguel Angel, el arrecogío Alexander y yo, dispuestos a cumplir con nuestro cometido.

La Vegueta se había perdido hace un par de años, cuando llovía en invierno… pero le pregunté a un “experto” montañero y me dijo que él había pasado en pasado noviembre y que estaba bién…


Pues sin demora cruzamos el Genil y el Sanjuán y tras las casillas de La Sevillana emprendimos la subida. El sol templaba la que en primavera será una frondosa vereda, pero ahora en invierno, desprovista de follaje, permitía que nos alcanzara su agradable templanza matutina.

Y bueno, estaba desprovista de follaje, pero poco a poco el número de tallos espinoso-rastreros iba en aumento. Pronto dimos con un hermoso ejemplar de castaño y Antonio aprovechó para ponerlo como escusa para parar un poquillo y retratarse junto a él.


Lo cierto es que la pendiente era constante y bastante marcada. Enseguida empezamos a notar los estragos de las lluvias de otros tiempos: un río de piedras sueltas había arrastrado una parte. Un poco más arriba el barro y el agua se habían llevado otra parte. Luego los tallos sin follaje, pero con mala follá, invadían la vereda haciéndonos “pupa” con sus espinitas y ocultándonosla, por lo que estuvimos un rato haciendo andarinadas, es decir perdidos y buscando el correcto camino. Gracias a nuestra experiencia en casos como éste, encontramos de nuevo el buen camino y enseguida estábamos en la represa por debajo de las minas de serpentina.


Alexander e Inma se empeñaron en fotografiarse, y lo hicieron.

Como la vereda había sido un coñacillo decidimos que a la vuelta bajaríamos por las casas de La Hortichuela. La subida al cortijo del Hoyo fue una copla, aunque Loli y yo dimos algunas notas disonantes pues no teníamos el cuerpo para muchas juergas.


Teniendo como fondo la vereda que, a través del barranco de las Tormentas lleva al Cortijo del Hornillo y al pie de la que sube a la Morra, aprovechamos para hacernos otras fotillos y dilucidar si subíamos –a la Morra- o seguíamos llaneando hacia el Hornillo. Como es lógico ganó la opción de subir. Así que tomamos el camino de la Morra.

Enseguida encontramos restos de nieve. Nada que ver con las cantidades que habíamos encontrado un par de semanas antes, pero nieve al fin y al cabo.


Inma, que se había pasado con el RedBull, Antonio, que está preparándose para la integral de La Palma y Miguel Angel y Alexander que no querían ser menos, pusieron el turbo y se adelantaron.

Loli, Mercedes, Heny y yo, nos fuimos quedando más atrás, pues íbamos contando batallitas y arreglando el mundo. Desde Haza Mesa la vista del Puntal es una pasada.


Al llegar a la cota 2000 los rezagados decidimos quedarnos y comer algo mientras que los de cabeza hacían cumbre.


Un buen rato después, los cumbreros, que se había separado en dos grupos, bajando dos por la cara este y otros dos por la oeste, se reunieron con nosotros y...


comenzamos a bajar en agradable “¡hala to p’abajo y sin pestañear!!!!”


Menos mal que encontramos una cuarcita con una marcada esquistosidad vertical y cruzada por venas de cuarzo plegadas que en algunas partes adquirían formas en “boudinage” y paramos un momento para fotografiarnos con ella, pero cuando iba a explayarme con las elipses de deformación y la dinámica de fluídos, enseguida… tós p’abajo.


Pasamos del Hoyo y nos dirigimos hacia La Hortichuela, donde nos maravilló la intervención de la Junta de Andalucía, que ha dejado el lugar listo para que lo enmoqueten.

Menos mal que quedaba poca Estrella y enseguida llegamos al bareto donde cayeron un par de cervecitas con sus tapas de longaniza y morcilla…

A las cinco de la tarde estábamos ya en casita. Y con esto cumplimos con la ruta de nuestro calendario para el 10/03/12.

A ver si a la siguiente se apuntan algunos andarines más...