Cerro Maullo, Cruz de Viznar,Cruz de Alfacar,
Cueva del Agua

21 de Noviembre de 2009

Comentado por Loli

Quedamos a las 9:00h en el Cubo para realizar una ruta circular por la Sierra de Huetor, de dificultad media y guiada por nuestra experimentada Andarina Loli.


(Elena,Mercedes,Loli B.,Rosa,Carolina,Maribel,Enrique,Antonio M.R.,Javi, Nacho, Joaquin, Emilia, Mari Carmen, Toñi, Inma,Migue,Inma Andarina,Loli C.)

Salimos del cubo a las 9.15, diecisiete andarines porque el dieciocho, Emilia, que vive en Alfacar, nos esperaba en el mismo Centro de visitantes del Parque Natural de Huetor en Puerto Lobo. Hoy tenemos como novedad que acude Rosa por primera vez esta temporada acompañada de dos amigas, Maribel y Carolina, posibles andarinas futuras.


Accedemos al parque por la carretera antigua de Murcia, pasado El Fargue, que hay una entrada al Parque Natural que es precisamente esta de Puerto Lobo. Parece que se nos presenta un día caluroso, algunos dejamos algunas prendas de abrigo en los coches, luego las echaremos de menos en las alturas.


Iniciamos la ruta por el sendero señalizado por el parque hasta el Cerro del Maullo ( este nombre es debido a que los soldados que ocuparon las trincheras en la guerra civil se comunicaban mediante el maullido del gato montés) , a través de una senda que atraviesa un magnífico mosaico vegetal de pinos de varias clases, cedros del Atlas, antiguos olivos, algunos álamos y una gran variedad de matorrales entre los que destacan las retamas y el enebro.


Desde su base iniciamos la subida que finalizamos en menos de un cuarto de hora y nos encontramos con uno de los mayores vestigios de la Guerra Civil Española, una línea de trincheras que levantaron piedra sobre piedra el ejército republicano, con muy buena construcción ya que a día de hoy se conservan en muy buen estado.


El día se presenta algo nebuloso, las vistas no son claras pero aún así son magníficas: de frente tenemos los tres miles más conocidos de Sierra Nevada ( Alcazaba, Mulhacén, Veleta …), el Cerro de la Cruz de Huetor Santillán, por abajo el cauce del río Darro, el pueblo de Huetor y su famoso puente sobre la autovía…, todo ello aliñado con los mejores colores del otoño. Pero falta un color primordial, el blanco de la nieve de nuestra querida Sierra Nevada. Estamos a finales de Noviembre y nada de nieve …

Voy recreando mis ojos con estas maravillosas vistas, con estos paisajes tan conocidos y tan queridos,

Panorámica de la Sierra de Huétor desde el Cerro del Maullo

¡ cuantas excursiones de niña y jovencita al Cerro de la Cruz de Huetor, al nacimiento del Darro!, más allá, debajo casi del puente los campos de mi padre, ¡ cuántas aceitunas que recoger, que higos y uvas tan ricas había! .. Pero no divaguemos que nos queda mucho trecho que recorrer.


Bajamos del Cerro del Maullo ( 1319m) y proseguimos la marcha por la pista forestal dirección Fuente de la Teja a la que no llegamos ya que antes nos desviamos por la vereda del Barranco de la Umbría, subida larga que habrá que tomarse con calma. Al poco de la subida, a la izquierda, nos encontramos con una lápida, recuerdo de un montañero muerto en este punto.


Todo este sendero transcurre, como su nombre bien indica, a través de una umbría, y nos vamos encontrando con grandes y hermosos ejemplares de pinos de varias clases, majestuosos pinsapos, frondosos enebros, algún quejigo amarilleando sus hojas … hasta llegar al Collado de Viznar que nos presenta un manto vegetal ya adaptado a los fuertes vientos, esparto, cojín de monja, alhucema, salvias.


Podemos comprobar lo de los fuertes vientos, corre un vientecito frío que nos hace subir las cremalleras y echar de menos las prendas que hemos dejado en los coches. Nos reagrupamos y nos tomamos un primer “bocado” de lo que cada uno lleva y contemplamos las maravillosas vistas que se nos ofrecen: Sierra de la Almijara con su pico El Lucero, ( con bastante neblina), los pueblos de Viznar y Alfacar y parte de la vega de Granada, y a la izquierda el cerro de la Cruz de Viznar.


Finalizado el descanso y como vamos muy bien de tiempo decidimos acometer la subida al cerro de la Cruz de Viznar con sus más de 1500 m. según indica el GPS que hoy lleva Javi. En su tramo final la vereda casi se pierde y un cartel advierte del peligro de la subida. Seguimos adelante y las últimas subidas por las piedras tenemos que ayudarnos de las manos y los bastones estorban. Alcanzamos la cruz, que luce nueva, de hierro, para enfrentarse a los fuertes vientos que azotan esta zona, hoy podemos dar buena fe de este viento, y con toda seguridad saldremos en las fotos con los pelos levantados y algunos con cara de frío. Hace un par de años no había ninguna cruz ( la anterior la había derribado precisamente el viento), ni cartel que avisara de peligro alguno.

En esta cumbre, al filo del precipicio, pero con los pies acomodados en un saliente, tres amigas nos comimos el bocadillo más rico que recordamos, sería porque las vistas ya solamente nos alimentaban. Al borde del abismo, con el viento de cara y mirando aquellas vistas hacia abajo, .. era, .. como una sensación de volar, tal y como quiere explicarte el protagonista del Titanic.

Bueno, hay que bajarse que Antonio se ha quedado abajo porque tiene vértigo y el pobre tiene que estar helado.


Proseguimos de frente por la senda que nos llevaría a la Cueva del Agua y al poco nos desviamos a la izquierda por una vereda algo imprecisa que nos conduce al Collado de la Rata y ya desde este collado volvemos a tener una panorámica que quita el hipo, los pueblos mencionados de Alfacar y Viznar más cercanos, el “barrio minero” de Nívar, ( no se trata de tal, sino un barrio nuevo con todas las casas iguales, y ya se sabe en los pueblos, le ponen mote a casi todo), Sierra Elvira, el Pantano Cubillas, la Vega granadina .., y como no, la omnipresente SIERRA DE PARAPANDA, y que nos acompaña hasta alcanzar la cumbre de la Cruz de Alfacar que se encuentra en el cerro de los Calares ( 1520m.). Completamos la panorámica, al fondo los Peñones de la Mata y del Majalijar, la Peña de la Cruz ( Sierra Arana) y Cerro de Orduña.


La cruz se encuentra algo deteriorada, faltándole uno de los brazos, al parecer destruido por la acción de un rayo. Descansamos unos minutos para contemplar toda esta maravilla y aprovechamos para más fotos, algunos y echarse algo a la boca, otros.


Bajamos por su lado norte, sin camino señalado, hasta los pinos de La Alfaguarilla, los cuales cruzamos sin una vereda definida porque la misma se ha perdido por la tala y limpia de pinos que lo tiene lleno todo de troncos caídos, ramas secas, piñas ... Llegamos a una zona de chaparros y encinares dónde ya la vereda es más visible y nos vamos deleitando de este paisaje mágico y maravilloso. A ello contribuye el nublado momentáneo, parece que en cualquier momento van a salir gnomos a saludarnos.


Desembocamos en un carril que nos llevaría a la carretera de Alfacar al Campamento de la Alfaguara y torcemos a la derecha , a través de una zona repleta de jaras pringosas, bastante feas pero que nos van dejando muy buen olor, para llegar a la Majada de la Zorra, hermoso prado, bastante seco ahora por la falta de lluvia, rodeado de bellos pinares y dónde se encuentra la fuente de los Yeseros, sin agua ni se sabe desde cuando. Decidimos comer precisamente en esta fuente, con el sol de frente, que hoy buscamos, porque el viento sigue siendo frío y frente al majestuoso pino guía que tenemos no demasiado lejos.


Finalizado el almuerzo, continuamos nuestra ruta rebasando el mencionado pino guía, hermoso y majestuoso ejemplar de pino de unos tres metros de diámetro, al que, por supuesto, le hacemos muchas fotos, torciendo a la derecha por una vereda muy agradable de recorrer, que transcurre entre jaras pringosas y muchos más ejemplares de pino mezclados con muchos otros tipos de vegetación, mezcla por tanto de colores propios del otoño, el verde de los pinos con el dorado y ocre de la vegetación caduca, y que nos lleva al carril que nos conducirá hasta la Cueva del Agua.


La cueva se encuentra debajo de un cerro que alcanza la altura de 1601 m. y la misma se originó por una serie de lentos procesos kársticos. Delante de la misma tenemos uno de los mejores miradores de Sierra Nevada y otra serie de montañas más bajas, pertenecientes al parque natural de la Sierra de Huetor, indicadas en un panel. Se alcanza a ver el pueblo de Beas de Granada y algunas de las montañas que serán objeto de un próximo destino: El Calar Blanco, el Cerro de Buenavista, el Alto del Agarradero .. La entrada a la cueva se encuentra cerrada desde hace bastante tiempo por una reja algo fea, para evitar que la gente entre, bien por el peligro que conlleva el recorrerla sin estar señalizada ó bien porque la cueva venía sufriendo de las “gamberradas” de algunos visitantes.

No obstante hay “algunillos” que se cuelan por una abertura de su base.




Volvemos sobre nuestros pasos y enfrente del transformador retomamos en subida la senda al final de la cual nos volvemos a encontrar con el Collado de Viznar y de frente el Cerro de la Cruz. Toda esta senda sigue siendo un camino privilegiado que nos permite contemplar la magnífica vegetación que este parque nos ofrece, pinos, quejigos, encinas, pinsapos, cedros, plantas de romero, aulagas, mejorana, tomillo, enebros, alhucema..

En el cruce de caminos que confluyen en el Collado de Viznar, ahora optamos por bajar a la derecha, dirección ya de Puerto Lobo. Bajada con bastante pendiente, arenosa y resbaladiza en la que vamos viendo abajo el Centro de Visitantes, el edificio y helipuerto del Infoca, a lo lejos el Puente de Huetor.. y fin de la ruta.

Hemos hecho, bajo mi punto de vista, una ruta preciosa, instructiva y anti-extres, la cual hemos recorrido de forma tranquila y disfrutando del buen rollo que siempre reina entre los andarines.

Mencionar la labor de Inma, nuestra reportera más dicharachera (además de tener nuestra Web echa un primor), que siempre se encarga de tener fotos de todos los puntos visitados.

La finalizamos muy bien de hora, a las 15.30, pero decidimos no alargarla hasta los enterramientos del barranco de Viznar y nos vamos directamente por las cervezas al Fargue, al bar El Caldero ( un bar de toda la vida que antes tenía otro nombre que no puedo recordar) dónde compartimos un par de rondas, si bien en la última a algunos no les gustó nada el experimento de rebajarla con casera, por aquello de no beber mucho para conducir.

Hasta la próxima.