Cerro de Buenavista-Cerro de Toriles

30 de Enero de 2010

Comentado por Rosa

Después de unas semanas de muchas lluvias, las previsiones del tiempo nos animaron a muchos a ir esta excursión. No reunimos a la hora indicada, en el Cubo, unos 24 compañeros con ganas de andar.

(Inma,Carmen,Heny,Alberto,Antonio,Lola,Inma, Gonzalo,Rafa,Antonio,Ignacio, Elena,Elena,Rosa,Migue,Joaquin,Pacoto,Ildefonso, Enrique J.,Jose Luis, Loli,Manolo,amigos de Gonzalo)

Nos dirigimos por la A-92 con dirección Guadix-Almería tomando la salida de Huetor Santillán-Beas de Granada. Aparcamos los coches en la bonita localidad de Beas y empezamos nuestra excursión tomando el camino que nos lleva al nacimiento del río Beas.

El día se fue aclarando y pudimos disfrutar de un bonito cielo azul. Comenzamos a andar por este paraje y algo antes de llegar al nacimiento del río torcemos a la izquierda y nos encaminamos por la vereda de las Pedrizas, ascendiendo en zig-zag hasta un dique que fue reforzado tras el incendio que arrasó estos parajes en el año 1993.

Un segundo dique nos despistó un poco sobre el camino a seguir pero tras una pequeña búsqueda localizamos la Rambla Seca y la Rambla de Puerto Blanco, que para nuestro regocijo estaba completamente nevada. Así que finalmente sí que íbamos a pisar nieve.

Esta es la parte más dura de la excursión, me dijo Antonio. Al principio, no parecía tan dura y todos íbamos disfrutando y haciéndonos fotos, que podéis ver en la Web. Luego la cosa empezó a ponerse más sería.

“Que bonita la cuesta, sobre todo cuando me llega oxigeno al cerebro y puedo ver”, dijo Enrique. Después del penoso y largo ascenso paramos a recobrar el aliento.

Algunos se lamentaban de las hojaldrinas navideñas que se le habían pegado al riñón, haciendo más dura la subida. Otros siguiendo los sabios consejos de nuestro compañero Rafa, hicimos estiramientos, librándonos así de las temidas agujetas.

Y ya subiendo un poquito nos encontramos con nuestro gran premio, El Cerro de Buenavista, haciendo honor a su nombre nos ofreció unas vistas espectaculares.

Tiene una altitud de 1664 m y en su punto más elevado existe un vértice geodésico desde donde se puede disfrutar de una completa panorámica de la orografía granadina.

Disfrutamos de una completa panorámica de Sierra Nevada en todo su esplendor, de frente en primer termino el Cerro de Toriles, al norte Calar Blanco y Sierra de Arana, al noroeste la Sierra de la Alfaguara, al oeste Granada. A lo lejos pudimos divisar la Sierra de Parapanda, Sierra de Baza, Almijara… y es que disfrutamos de un día sin una nube en el cielo que seguro que cumplió las mejores expectativas de nuestra guía Loli.

Con pesadumbre, por dejar atrás estas vistas, abandonamos el cerro, obligados por el frío aire que amenazaba con congelarnos. Bajamos y volvemos a subir, esta vez al cercano Cerro Toriles, a 1670 m. En cuya cima se situa la garita-vigía para el control de incendios.

Allí una temperatura más suave, nos permitió una paradita para reponer fuerzas y dar cuenta de nuestras viandas, quitando peso a nuestras mochilas.

Empezamos el descenso por distintos carriles y veredas, entre pinares nevados que le dan un aspecto de cuento navideño, el sol se filtra entre los arboles y va derritiendo la nieve. Algunos se atreven a lanzar alguna bola.

La nieve ha dado un aspecto nuevo a todo, confundiendo un poco a nuestros guias.

Pero que sería de una buena excursión sin un poco de emoción y una buena trocha. Alguno menciona que no hubiera estado demás traer el GPS (también conocido como el hippy ese), pero esto ha sido más divertido.

Finalmente hemos vuelto al buen camino y nuestro pies se vuelven ligeros, porque vemos que se aproxima el fin del camino.

Vamos todos directos a la Pradera, el Bar la Pradera donde unas cervecitas y unas apetitosas tapas nos están esperando como colofón a tan magnifico días. Por cierto también podemos comprar morcilla y chorizo, muy rico.

Nos vemos en la próxima.