Sábado, 9 de Marzo de 2019
Promotor: Jose Antonio
Comentado por Mercedes
En esta ocasión nuestra cita es ya el fin de la temporada. Nos juntamos buena parte de la Peña, unos en bus y otros en su coche que no hacen la ruta. Una ruta cortilla, por eso salimos más tarde que de costumbre…
(Rafa, Reyes, Elena, Diego, Inma Andarina, Inma Romero, Jose Antonio, Mª Luz, Carmen, Jose, Jose Luís, Antonio, Nacho, Migue, Rafi, Mati, Jesús, Jose Luis, Reyes, Joaquin, Mayte, Ana, Carmen Moral …)
Descripción
…. Cogemos el autobús a las 9,30 en dirección al valle de Lecrín, al pueblo de Saleres donde se encuentra el Barranco de Luna, nuestro destino.
Miguel nos regala una camiseta de Bankia, algunos no se demoran en estrenarla, tiene un color muy “discreto y la publicidad también”
Rafa es nuestro experto. Llegamos a las afueras del pueblo, cerca del cementerio e iniciamos la bajada hacia el rio.
Al empezar el curso, algunos vamos con cuidado de no mojarnos, pero más adelante nos llega el agua hasta las rodillas, empapados, dentro del cauce pues no hay otro sitio por donde seguir.
Subimos, bajamos, piedras para arriba piedras para abajo, unos nos ayudamos a otros en los sitios más dificultosos. Una ruta divertida. El paisaje y la vegetación es espectacular.
Cabe destacar, las conchas tan chulas que vimos incrustadas en las piedras del río.
Es un cañón formado por la erosión del rio Barranco de Luna que se une con el rio Albuñuelas y forman el Izbor, que nutre la presa de Béznar.
Salimos del rio y subimos de vuelta, por el camino encontramos naranjos y limoneros. Parece que como ya es fin de temporada los dueños no cogen ya las naranjas que quedan en los arboles. Nosotros si las cogemos y vamos comiendo !que ricas!, no hay naranjas tan ricas como las del Valle de Lecrín. Acabamos con unas y empezamos con otras, y así hasta que se acaban los naranjos.
Llegamos a la carretera, como hemos andado poco, decimos de seguir hasta Restabal en lugar de coger el autobús, donde está el restaurante. Preguntamos por aquí por allí, a algún vecino y nos vamos hasta Restabal.
Allí en el bus algunos nos cambiamos de ropa, zapatillas y otros siguen con la misma que ya está casi seca.
En el restaurante la Despensa del Valle nos encontramos con los andarines que no han andado, algunos que no vemos desde hace tiempo como Inma “la madrileña”. Nos dio mucha alegría verla y saber que está bien y se ha adaptado a su nuevo destino en Madrid.
Comimos bien y para mi fue nuevo el flan de naranja, que estaba tan rico y no se hace con leche, por lo que Mati pudo también comer.
Disfrutamos todos de la estupenda excursión, de la compañía y de la comida. Otra temporada más. Gracias Rafa, por tener tan buena idea y poder conocer el sitio tan espectacular del Barranco de Luna.
Una alegría poder compartir nuestra afición entre tan buena gente.
Hasta la próxima.
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Video Realizado por Naxo