Cascadas y Cañones del Rio Verde

Quedamos a las 8:30 en el Cubo, para dar comienzo a una salida que se ha hecho de rogar, vino mucha gente nueva a la que esperamos ver en próximas salidas. El guía fue Diego.

(Eva,Javier,Chencho,Tomás,Antonio,Luís,Carmen,Victoria,Loli,Jesús, Loli,Diego,Ana,Toñi,Mercedes,Ricardo,Pepe,Isa,Rafi,Ana,Inma)


El comienzo de la ruta fue un poco lioso, pues un grupo tuvo que llevar los coches al final del sendero para luego poder volver, mientras otro con más personal, los que no querían meter sus coches por el camino de tierra, esperarían en el punto de inicio.


Nuesto guía Diego, iba especialmente documentado con unos papeles que había traido Inma, pero esto no fue suficiente para que al principio hubiera como siempre (sea el guía que sea), una pequeña equivocación en el camino.


Reparado el error, nos dirigimos hacía el Barranco de los Chortales, por una zona rocosa en donde encontramos una serie de escalones de piedra, de diferentes alturas, protegidos con una barandilla de madera, en donde hubo algún que otro resbalón, nota dominante en esta excursión.


Seguimos nuestro recorrido para encontrar una cueva, en donde Javier fué un profesor espectacular explicándonos todo sobre la estalactitas y estalagmitas. Vease en la foto.


Nos quedamos un poco tristes cuando encontramos sin agua la cascada de los árboles petrificados, pero no la poza que habia debajo de la cascada, en donde decidimos tomarnos un 'agape'.

Continuamos el camino pasando por el Arroyo de los Chortales, la Fuente de las Cabrerizas, las hermosas Cascadas de Funes, lugar en el que encontramos a gente practicando el barranquismo.


Llegamos al cauce del Rio Chorreras en donde paramos a comer. Aquí a Inma, como le gustan los caminos difíciles y no los sencillos, decide atravesar hasta el lugar de reunión, entre rocas y se caé al agua, mojándose las botas y los pies. Entre cervezas, bocadillos, pisto y demás menesteres echamos un rato agradable.


Entre subidas y bajadas por caminos dificiles, llegamos al primero de los puentes colgantes, que pasamos con alguna dificultad, por el movimiento de alguno, y el poco caso a los carteles de otros.


Los dos siguientes puentes estaban totalmente destruidos por el temporal caido en Almuñecar. Pero no hubo problema pues Javier muy servicial nos ayudó uno a uno a cruzar.

Avanzamos próximos al cauce del rio, entre gran cantidad de helechos. El colorido del agua pasó del verde intenso , en las pozas, al blanco y burbujeante en los estrechamientos y saltos.


Continuamos nuestra vereda ascendente hasta llegar al primer mirador, realizando una pequeña parada para observar una espléndida panorámica, en la que destacan el agua, las rocas y los colores de las hojas en otoño.


Por el camino encontramos tramos de grava y piedras sueltas, donde más de uno consiguió besar el suelo, antes de llegar al segundo mirador.

Descendimos dirección del último puente, en donde encontramos a los más osados barranquistas tirandose con los trajes de neopreno en las pozas, a más de uno se nos pusierón los pelos de punta al verlos.


Avanzamos casí en llano hasta el final del 'Rio Chorreras', que recibe por la derecha al Nacimiento, dando lugar al origen del 'Rio Verde'. Esta unión es conocida como 'la Junta de los Ríos'.
Seguimos caminando para introducirnos en un desfiladero en el que sus paredes han sido talladas de diferentes formas por las distintas erosiones.


Por fín llegamos al Puente de Hierro, lugar del que salimos entre idas y venidas de coches, para dirigirnos por la carretera de la cabra al restaurante 'Los Prados'. Aquí como manda la tradición tomamos cervecitas, refrescos, cafés, y demás bebidas. Las tapitas fuerón de lo más variopinto: potaje de garbanzos, migas con boquerones y cebolla...



Comentado por Inma Rubio