Picón de Jérez

EL PICÓN SE QUEDÓ EN PICOTEO

Éramos pocos pero selectos. El día prometía. Sol, buena temperatura, ganas de andar y buena compañía.

(Ana, Rocio, Antonio, Manu, Rafa,Javier)

¡Vamos al Picón! ¡Vamos al Picón!, gritábamos todos como posesos. Pero al poco caímos en la cuenta de que se nos presentaban algunos problemas técnicos y de logística: no teníamos guía y algunos/as olvidaron los crampones.

no cundió el desánimo. ¡Vamos a Jérez! ¡Vamos a Jérez!. Y nos fuimos

Llegamos a Jerez del Marquesado. Paradita en el Picón de Sierra nevada, cafelito y tostada. Preguntamos al genuino lugareño que atendía la barra por una ruta que nos llevara a Casas nuevas. nos dio una precisa explicación y nos preparamos para emprender la marcha. ¡Vamos a Casas nuevas! ¡Vamos a Casas nuevas!. íbamos entusiasmados como niños (y niñas).

Antes de iniciar el camino las últimas dudas: ¿Tu te has enterado de lo que ha dicho el del bar?. ¡Claro que sí!, ha dicho que hay que salir del cementerio y coger el camino de la vacas. ¿Seguro?, yo creo que ha dicho que salgamos del seminario por el camino de granada. ¡Pues yo creo que ha dicho .....!. Todos nos habíamos enterado perfectamente de la precisa explicación del genuino lugareño. Menos mal que Rafa es bastante fiable cuando surgen discrepancias.

El caso es que dimos con el camino correcto. Al principio, una parte de la ruta transcurría por cortafuegos y como es lógico el camino no resultaba demasiado atractivo. Ana nos lo insinuó sutilmente: "Me gusta más la ruta de la alemana". Así unas 17 veces. Todas sutilmente.

Pero según nos acercábamos a nuestro destino la cosa iba cambiando. ¡Que vistas! ¡Que follaje! ¡Que cuestas! ¡Que vacas! ¡¡¡QUE BOnITO!!!!. ¡A mi me gusta más la de la alemana!. Ya iban 18.

Antes de llegar a Casas nuevas hicimos alguna parada para esperar a las niñas. Venían tranquilamente charlando y recreándose en el paisaje (aunque a Ana le gustaba más la de la alemana). En alguna ocasión, viéndolas venir a lo lejos, tuve la sensación de que andaban hacia atrás. Supongo que sería algún extraño efecto óptico.


Finalmente llegamos. Desde Casas nuevas divisábamos el refugio del Postero Alto. ¡Vamos al Refugio!. ¡Vamos al Refugio!

Cogimos una veredilla muy coquetona que nos llevaría en poco rato al Postero Alto. A mitad de camino nos encontramos con un puente que habían construido la noche anterior para que pudiéramos pasar el río sin mojarnos. Las aguas bajaban bravas. Invitaban a la contemplación y al relax. Rafa aprovechó para enseñarnos algunos estiramientos nuevos. Me gustó mucho uno consistente en realizar unos pequeños saltitos para colocar los gemelos en su sitio. Funcionó muy bien. Al tercer o cuarto saltito los gemelos ya estaban es su sitio. Los dos juntititos. Este estiramiento es poco útil para las chicas.

Repentinamente rafa se tiró al suelo y comenzó a efectuar un estiramiento que no se como se llamará, pero es la cosa mas sexi que he visto en muchísimo tiempo. ¡Que flexibilidad! ¡Que contoneos!. ¡Que cuerpazo!.(Rocio, a las fotos que hiciste las puedes sacar una pasta en Interviú).

Continuamos otro ratito y llegamos al refugio. Cervecitas, platito de jamón y queso, bocatas variados y aceitunitas para acompañar. Todo ello al calor de la chimenea. Entre bocado y bocado Rafa nos fue amenizando la velada con el relato de su época de rompepiedras y buscador de "laborcillas". Echamos un buen rato. Pero todo se acaba, y había que ir pensando en volver.

La bajada fue rápida y no dio para contar ninguna batallita. Alguna receta culinaria de conejo con salmorejo, otra de nosequé con comino, y poco más.

Llegamos de nuevo al Picón de Sierra nevada. Antes de entrar hicimos otra sesión de estiramientos: Cuadriceps, aductores y ese que se llama agachateaprietayquenosetescapelcocido. También aprendimos otro nuevo, "el estiramiento del tronco". Muy, muy, muy útil. Sobre todo a ciertas edades.

Una vez que tuvimos todo completamente estirado entramos en el bar a tomar unas copillas. Brindamos. Ana, con tanto ímpetu que reventó el vaso. Los hielos saltaron como impulsados por catapultas. La mesa quedó convertida en una piscina de pacharán en la que los trocitos de cristal nadaban como pececillos beodos. ¡Alegría para finalizar un día feliz!.

!! FELIZ CUMPLEAÑOS JAVIER !!

Para terminar, ¡¡¡La apoteosis!!!. Cinco voces perfectamente afinadas y sincronizadas entonando un ¡Cumpleaños Feliz! que puso el vello de punta a todos los que estaban en el bar (o sea, la tabernera). Y por supuesto, a mí. Casi no me pude contener. Un par de lagrimillas luchaba por salir de mis ojos. La emoción me embragaba. Fue todo muy bonito y muy espontáneo. ¡nunca podré olvidarlo! ¿Visteis cuantas cosillas había en la vitrina?. ¡Pues no eran de adorno!. ¡Las vendían! ¡Y las envolvían para regalo!. Es broma. Fue un día perfecto. Lo mejor, la compañía.

Comentado por Javier