Barranco de San Juan - Refugio de Peña Partida

Habiamos quedado a la 8:30 en el Cubo, para ir dirección de Guejar Sierra, al barranco de San Juan, donde comenzaría nuestra ruta. El guía en esta ocasión es Juan.

(Diego, Javier, Pacoto, Rafa, Juan, Inma)

Esta salida ha sido comentada por varios de nuestros compañeros y merece la pena ver la versión de cada uno de ellos para una misma ruta.

Comentario de Rafa Versión de Diego Versión de Juan





Versión de Diego

El día amaneció con más nubes que claros, pero durante su transcurso esta prevalencia se fue alterando, permitiéndonos gozar de un día expléndido para el desarrollo de nuestra actividad senderista, quizás demasiada humedad, lo que provocaba una transpiración más copiosa de lo habitual.


Se trata de una senda bien conocida por todos, por lo menos en su primera mitad, hasta el refugio de la cucaracha, ahora rebautizado como "Refugio del Calvario", que han señalizado recientemente con gran profusión de carteles y estacas.


El segundo tramo también está muy bien señalizado, aunque ya sabeis que eso de las señalizaciones no se ha hecho para nosotros, y como es costumbre de las dos posibles sendas alternativas, tiramos por la que no era. Lo cual no fue obstáculo para llegar a nuestro destino, eso si, un poco magullados de tanto arbusto y tanta rama como se interpuso en nuestro camino. Algunos acabaron con dolor de espalda de tanto agacharse.


A la vuelta descubrimos que a tan solo unos metros de altura teníamos una senda limpita y reluciente y en la que no había que agacharse ni un solo momento.


Cruzamos el río Vadillo por un rústico puente de madera, y en este punto algunos decidieron dar la vuelta.

Juan, no cejó ni un momento en su empeño de alcanzar el Refugio de Peña Partida, y Javi y yo decidimos acompañarle. De haber sabido lo que nos quedaba, quizás alguno de nosotros también se hubiera dado la vuelta, pero ya puestos, hora y cuarto de subida sostenida nos condujeron hasta el ansiado refugio. Comidita, un poquito de recuperar el resuello, y alejando de nosotros la tentación de unos excursionistas que encontramos por allí y que nos ofrecieron su vehículo para bajarnos por el carril que lleva hasta el Maitena, nos dispusimos a volver por donde habíamos venido.

En total, unas ocho horitas de excursión, que a algunos colmaron sobradamente por unos cuantos meses. Poca asistencia, lo entiendo, sobre todo después de lo que cayó el viernes. Pero ya sabéis, después de la tempestad suele venir la calma, y la verdad es que disfrutamos del campo, el rumor del agua que nos acompañó gran parte del camino, de todos los aromas que embriagan el aire después de la lluvia y demás lindezas de la vida al aire libre, hasta hartarnos. Cuando querais la repetimos.



Comentario de Rafa

Comentario “ilustrado” del relato de Diego



Versión de Juan

Ante todo tengo que destacar la falta de asistencia del personal y eso que solo llevamos dos salidas, !! Habrá que establecer algún incentivo.¡¡

Aunque claro todo eran obstáculos:
- Primero el tiempo, la gente algo recelosa, debido a la tromba de agua caída el viernes, a pesar de que las predicciones para el sábado no eran malas, a las pruebas me remito el tiempo nos acompañó.
-Segundo el coordinador, indicando que era larga. Sr. coordinador no asuste al personal, si quitamos la última parte -la subida desde el río al refugio era voluntaria-, el resto es súper-asequible.
-Y por último, el intento de sabotaje de nuestro amigo Antonio Bonifacio, que me llamó para indicarme que llovía mucho, y que se volvía a contemplar su Parapanda del alma, y además que estábamos en alerta amarilla. Amarilla !! que es eso para esta peña Antonio¡¡, nosotros cambiamos en la mochila el chubasquero por la zodiac cuando pasa de MORADO.
Gracias Antonio, creo que lo podias haber conseguido, si nos hubieras invitado a comer y beber ese buen vino que cosechas, ya sabes que somos facilones.


Partimos con buen tiempo desde el Barranco de San Juan por la conocida Vereda de La Estrella. tras una hora y media parada de rigor en el puente del Burro - ya sabéis, beber agua, estiramientos, y otras cosas para las que hay que darse la vuelta.......


- todo ello para acometer con prudencia nuestra también conocida cuesta de Los Presidiarios, ni que decir tiene que el ritmo le pareció lento a nuestro experto explorador -coordinador- que adelantando al guía y arrastrando a tras sí a algunos -dejémoslo en confiados-, se saltó el pequeño desvío que ha que tomar a la izquierda y apareció por los cerros de Úbeda, antes llamados Refugio de La Cucaracha y ahora bautizado como Refugio del Calvario, total que perdieron lo adelantado y tuvieron que subir campo a través hasta ganar la otra vertiente que es la correcta donde finalmente coincidimos.


A partir de aquí y tras un pequeño y consensuado malentendido una larga vereda que nos llevó hasta cruzar el río Vadillo, solo que en lugar de coger la correcta, la fuimos acompañando seis metros más abajo durante todo el recorrido, eso si bastante más divertida y entretenida, al recibir continuos estímulos musculares en forma de pinchazos producidos por la maleza y zarzas, lo cual nos obligaba a bordearla en bastantes partes del trayecto. Eso si de vuelta cogimos la correcta.

Una vez en el río y a las 13:30 quedaba la parte voluntaria, subidita hasta el refugio de Peña Partía (tercer intento para algunos), la cual acometimos el 50% de los efectivos y tras una hora y cuarto de subida ¡eureka!, ¡e voila!, el refugio.

Una vez allí y tras reponer fuerzas comenzamos el camino de regreso al tan ansiado bar del Barranco de San Juan, no si antes haber rechazado la oferta de unos colegas de bajarnos en coche hasta el Barranco de San Juan. (Total venimos a andar), aunque sean tres horas y media.

Comentario de Inma

Aunque nuestros ilustres comentaristas no han hecho alusión, el día como es costumbre termino con las pertinentes cervezas (sin alcohol para la conductora, por supuesto...), con una tapas de patatas a lo pobre y choricillo Guejareño que quitan el hipo.