Cumbres Verdes - Comida de Navidad

14 de Diciembre de 2008

Habíamos quedado a las 10:30hrs. en el Cubo, para realizar una breve ruta de ascenso a Fuente Fría, en la Zubia y luego irnos a comer al Cortijo Balzaín, para celebrar la navidad. La organización corría a cargo de Carmen.

El día amaneció nevando, lo que en principio daría lugar a la suspensión de la ruta, pero NO, un grupo de 10 senderistas se lanzaron a la aventura y vivieron una experiencia inolvidable en Cumbres Verdes.

(Carmen, Juan, Inma, Lidia, Heny, Miguel, Eva, Rocio, Katy, Toñi )


El 14 de Diciembre pasará a los anales de la historia como el de la mayor nevada que muchos de nosotros hayamos vivido..., y ese fue precisamente el día que habíamos elegido para celebrar la comida de Navidad, en el Cortijo Balzain, un grupo de casas rurales situadas en un bosque de pinos cercano a La Zubia, y a mas de 1.000m. de altitud.

El día comenzó con gran revuelo de llamadas telefónicas: que si suspendemos o no, que si nevará mucho o un poco menos, que si sí que si no, que si papatín que si patatán…y así, entre llamada y llamada, efectivamente, cayó la gran nevada.


Decidimos subir hasta el Cortijo a ver cómo estaba la cosa. Casi al principio de la carretera de subida a Cumbres Verdes, nos encontramos con un control de la policía municipal, que había colocado una barrera para impedir que subiera ningún vehículo.

Intenté convencerlos de que nos dejaran pasar, pero ellos, muy puestos en su papel, dijeron que “de eso nada monada”, así que, obedientes y disciplinados, aparcamos los coches al lado del camino y decidimos subir andando que ¡para eso somos montañeros!


¡No veas como nevaba!. En menos de media hora el camino se había cubierto completamente de nieve, y el paisaje se había transformado de pronto en una postal de los Alpes Suizos. La verdad es que fue un paseo encantador, a través de un bosque de pinos totalmente nevado y en medio de una cortina de nieve que no dejaba de caer incesantemente.

Al llegar al cortijo, la señora Patri lo tenía todo preparado: la mesa puesta, la chimenea encendida y un delicioso olor a la comida que estaba preparándose en la cocina…., pero no podíamos quedarnos: iba a resultar imposible llegar hasta allí, con niños y sin ropa y calzado adecuados. Así que, con gran dolor de nuestro corazón y después de pedirle mil disculpas a la señora, realizamos las llamadas telefónicas pertinentes e improvisamos una comida en el restaurante Doña Juana de Huetor Vega.

No fue lo mismo, pero estuvimos todos juntos, comimos muy bien, nos reímos un rato y nos felicitamos la Navidad con gran alegría y un montón de buenos deseos.

¡¡¡FELIZ NAVIDAD PARA TODOS!!!


Nada… que lo del Cortijo Balzain se intentará en otra ocasión a ver si tenemos mas suerte.



Comentado por Carmen