Puerto Lope-Moclin-Gollizno-Tozar

24 de Octubre de 2009

Comentado por Loli Baños

Comenzamos nuestra aventura en el Cubo a las 9:00h. de la mañana y a las 9:30h. en Puerto Lope con los compañeros de Jaén. Las guias fueron Inma y Lidia.



Compañeros de Jaén

(Andres del Jesus, Lola, Maribel, Juan Carlos, Jose, Juanma)

Compañeros de Granada

(Mercedes,Loli,Andrés,Jose Luis,Enrique Jose,Joaquin,Antonio,Antonio,Manoli, Chencho,Migue,Pacoto,Heny,Lidia,Antonio,Raquel,Visi y amigo, Loli)

Unas treinta personas emprendimos a las nueve de la mañana en el Cubo la excursión del día.


Después de un café rápido que algún “descuidado” tuvo que tomar en Puerto Lope iniciamos nuestra ruta subiendo entre olivos y almendros, circunstancia que algunos aprovecharon para completar su desayuno con algunas almendras. Llegados a la cima empezó a darnos el sol y los romeros y tomillos a emanar sus ricos aromas.


Bajamos de nuevo el monte para iniciar una nueva subida. Antes de empezarla, al lado del cementerio, se nos ofreció la oportunidad de quedarnos allí, en el cementerio, para dirigirnos después a Moclín. Nadie se sintió tentado de quedarse en tan lúgubre lugar y todos empezamos esta segunda subida, más pronunciada que la anterior que nos llevó al cerro del Hacho, donde algunos llegaron ya con la boca abierta. La subida va entre hermosos pinares y abajo se ven los montes cubiertos de olivos.


Allí alguien contó que unos catalanes yendo por un lugar parecido habían preguntado: “¿Qué son aquellos arbolitos?”, a lo que el granadino, con su humor tan peculiar había contestado: “No son árboles, es hierbabuena que aquí crece mucho”. En el monte del Hacho algunos tomaron un bocadillo y todos disfrutamos del hermoso paisaje que nos rodeaba.


Llegamos a la villa de Moclín “escudo de Granada”, población que ha tenido asentamientos humanos desde la prehistoria, que ha sido tierra de fronteras en muchas ocasiones y que fue conquistada por los Reyes Católicos en 1486, seis años antes de que éstos entraran en Granada.


Allí visitamos el Pósito del Pan y la iglesia del Santo Cristo del Paño, cuyo lienzo estaba todavía en las andas después de su romería a principios de octubre.


Los Reyes Católicos quisieron agradecer a Moclín su ayuda contra los moros siendo de esta manera como llegó al pueblo la imagen del Cristo del Paño, un lienzo de pintura algo burda, que había sido usado como estandarte durante la campaña por las tropas castellanas. El cuadro representa la imagen de Jesús Nazareno, de estatura natural y con la cruz al hombro, en ademán de caer en la calle de la Amargura. A este Cristo se le atribuyen muchos milagros y es una de las pocas romerías en Andalucía que lo que procesionan no es una escultura, sino un cuadro. Como muchas mujeres acuden a Él con la esperanza de quedarse embarazadas se dice que en Él se inspiró Federico García Lorca para escribir su obra “Yerma” que narra el destino de una mujer estéril y su locura por concebir un hijo.


También visitamos el Castillo que se levanta en la cumbre más alta del entorno, a más de mil metros sobre el nivel del mar y que fue fundado hacia el año 1250 para proteger el reino de Granada de las tropas castellanas, que se encontraban en Alcalá la Real y que fue, durante más de dos siglos, un bastión inexpugnable para los cristianos en su camino hacia la ciudad de la Alhambra.


Paramos en el bar “Alcazaba” (¿verdad que se llamaba así?) para tomar un bocadillo y reponer fuerzas.


Continuamos nuestro día bajando al río Velillos por una estrecha vereda. Allí nos encontramos a dos grupos de senderistas, que no “andarines” y nos tuvimos que hacer a un lado para que ellos pudieran pasar. En toda la bajada, igual que durante casi todo el día pudimos ver muchísimos crocus azulados (flor parecida a la del azafrán). Tuvimos unas impresionantes vistas de los tajos que nos hacían sentir como enanos en el país de Lilliput. Bordeando el río, con aguas bastante turbias, la humedad y la poca luz nos daban una sensación de paz y tranquilidad difícil de alcanzar en otros lugares.


Teníamos que cruzar un puente, pero lo que no nos habían adelantado es que para alcanzar dicho puente había que pasar por una pasarela que en esos momentos no existía (seguramente se había caído) y el paso había que hacerlo agarrados a un grueso alambre pegado a la pared vertical del tajo y con los pies en el resto de la pasarela que era una chapa de unos 10 centímetros de ancho. En esas circunstancias a alguno le dio la idea de hacer ejercicios de barra estilo Rudolf Nurejev, mientras el bastón de Mercedes caía al agua y tuvimos que hacer malabarismos para recogerlo.


Al llegar al puente gritamos “tierra firme”, pero de firme no tenía nada y el paso por él hizo sentir la cerveza de Moclín totalmente subida a la cabeza! Una experiencia irrepetible y que dificilmente olvidaremos.


La subida hacia Tózar con un sol de justicia, entre olivos, era todo lo contrario del paso al lado del río. Se hizo larga. Se me hizo larga. Pero se consiguió aunque bastante retrasados de los compañeros.

Vimos las trincheras, lugar que nos recordó las terribles luchas encarnizadas en nuestra aciaga Guerra Civil. También las tumbas visigodas, que eran lo que algunillos necesitaban en esos momentos: un buen lugar de reposo. Suerte que no nos dejamos caer en algunas de aquellas tumbas, porque en la parte alta del pueblo, en el mesón de Marcelo nos esperaba la “avanzadilla” con unas deliciosas cervecitas que fueron la gran recompensa del día.

Hablamos, estiramos, debatimos y disfrutamos de la compañía de los amigos. La vuelta a Puerto Lope se hizo en los coches que nuestros guías habían organizado y a sus amables conductores.

A pesar de todos los sudores y angustias que supuso para algunos, al día siguiente estábamos frescos como rosas y sin ninguna agujeta (por lo menos yo y a pesar de los años).

Lo mejor del día: Nuestros amables guías y el buen ambiente entre todos.

Lo menos bueno: Echo de menos una media hora de descanso para comer el bocadillo con tranquilidad.

Objeciones: Ninguna, lo repetiría.

Muchas gracias a todos los participantes.

Un día inolvidable y unas maravillosas fotos de recuerdo.