Laguna Larga

La ruta comenzó a la 8:30 en el Cubo. El guía fue Diego.

(Javier, Javier, Fran,Antonio,Diego,Ana,Miguel,Jose Manuel)


La verdad es que los augures anunciaban un día complicado, sobre todo en el aspecto climático. Una llamada al móvil mientras subíamos a la Hoya de la Mora, nos anunciaba que habían retrasado la salida de la lanzadera porque había nieve en la carretera. Al bajarnos de los coches, la primera sensación es de brrrr, queeee friiioooo. Pero a medida que nos vamos aclimatando y abrigando un poco, la cosa se hace bastante más soportable.


Cuando empezamos a andar, todavía vamos envueltos por la niebla, pero al acercarnos al refugio de la Carihuela, el cielo se abre y deja lucir un sol explendoroso. Abajo un mar de algodonosas nubes se extiende hasta agotar nuestra mirada.


Ponemos rumbo a Laguna Larga, pues hasta aquí no teníamos muy claro qué destino tomaríamos, si darnos la vuelta, si tirar para Elorrieta,... Tomamos la ancha vereda que conduce hasta los crestones de Río Seco, encontramos sin dificultad el angosto camino que sube hasta la divisoria de los crestones y después nos deja caer unos doscientos metros hasta situarnos en la curva de nivel de la Laguna.


El caso es que la bajada ya no está tan clara, a estas horas es zona de umbría, y la nieve extiende su manto por una abrupta ladera que no nos atrevemos a acometer. No es la primera vez que nos vemos obligados a retroceder en nuestro empeño de llegar a la Laguna. Una vez más nuestros deseos se ven frutrados, pero no importa, el día es magnífico y decidimos seguir hasta el refugio de la Caldera.

Una copiosa comida a algunos nos quita las ganas de subir al Mulhacén, si es que alguna vez las tuvimos. Javier Peláez, Fran y José Manuel, se deciden a acometer la cumbre. Los demás volvemos por donde vinimos. Miento, esta vez volvemos por el veredón, para hacer más tiempo. Eso sí, algunos les damos más a las piernas, para estar a las 15:45 en las posiciones y poder tomar la lanzadera que sale a esa hora. Otros no llegan a tiempo y tienen que hacer ese último tramo andando.

Como véis, Laguna Larga no se deja conquistar fácilmente, y eso la hace aún más deseable. Hasta el próximo intento de acometida. Nos vemos.


Comentado por Diego