Circular del Hornillo

6 de Octubre de 2012

Comentado por Javi

Quedamos en el cubo a las 8:30h para realizar la segunda salida de la temporada, como guía llevabamos a Javi, que esperaba encontrar el sendero que nos llevase a la vereda de la estrella.

(Ana, Javier, Loli, Enrique, Nacho,Inma, Inma, Alexander, Jose Emilio, Juan, Lidia, Luís, Miguel, Rafa, Silvia, Visi, Enrique, Mati, Antonio, Antonio, Ana, Merituti, Jose Miguel, Chumi)

A la Estrella por la Misteriosa

Tras varios intentos fallidos, por fin lo conseguimos.


Para mi era un día de estrenos.
Me estrenaba como guía en la primera marcha a la que asistía en esta temporada.
Estrenaba con la peña mi nueva condición de desvinculado (que es lo más parecido que hay a estar parado).
Estrenaba una especie de alergia asmática de origen desconocido (estreno algo tardío. Pero así son las alergias).
Y, aunque para mi no lo era, si fue un estreno para los demás: “Estrenaron la nueva bajada del Hornillo”. La vereda misteriosa existía. Ya lo había anunciado y estaba dispuesto a demostrárselo a los más escépticos.


Salimos desde el Barranco de San Juan. Cogimos la vereda de la Estrella y tomamos el desvío a la Hortichuela. Con paso tranquilo y constante iniciamos una penosa ascensión que nos conduciría al carril en que daba comienzo la tradicional subida al Hornillo.


Antes de comenzar esta subida, Rafa dio a los más noveles una magistral clase de estiramientos: cuadriceps, gemelos, agachatea- prietayquenosetescapelcocido...


Terminada la clase, fuimos en busca de la sinuosa veredilla que nos debía llevar al Cortijo del Hoyo (punto en el concluía la parte más dura y empinada de la excursión). Llegados aquí, hicimos una parada para reponer las fuerzas y reagruparnos. Aproveché este descanso para darme un chute de broncodilatador (esta feo en un guía de mi prestigio, pero la alergia mandaba).


Continuamos por el camino por todos conocido y a las 12:30 estábamos en el Hornillo. En esta ocasión hicimos una parada algo más larga para comer, comentar, dudar (Javi ¿seguro que hay bajada a la Estrella? …. ¡Que sí piiiiiiiiii …Seguro!.


Poco a poco fuimos terminando. Nos hicimos la foto de grupo y nos pusimos en movimiento. Íbamos en busca de mi gloria o de mi fracaso. Era mucho lo que me jugaba. Mi credibilidad y mi reputación dependían de que la vereda misteriosa siguiera en el mismo sitio en el que unos meses atrás la habíamos dejado Diego, Alexander y yo. Y no tardé mucho en comprobarlo...


¡allí estaba!. Tortuosa, retorcida, escabrosa. Y sus recovecos y revueltas nos conducían directamente a...¡La Estrella!. Una vez aquí todo fueron parabienes, felicitaciones, hurras, y todo tipo de demostraciones de reconocimiento a mi labor como descubridor de nuevas sendas y caminos. Demostraciones que se quedaron en bien poco cuando las comparo con lo que ocurrió una vez finalizada la marcha.

Fue apoteósico. Grandioso. Fastuoso. Mi natural modestia me impide encontrar las palabras adecuadas para contar lo que allí sucedió. Se me nombró Presi vitalicio. Hubo propuestas para hacerme hijo predilecto de la Peña. También se propuso hacer una suscripción popular para sufragar mis consumiciones en todas las excursiones de esta temporada (a final no llegué a enterarme de si esta propuesta llegó a buen fin. El próximo día 20 saldré de dudas). Alguna me propuso matrimonio. Otras querían tener un hijo mío. Los camareros me pedían autógrafos. En fin, no puedo continuar. Cada vez que lo recuerdo, la emoción me embraga. Nunca olvidaré este día.

Solo una cosa ensombrecía tanta dicha. Esas incursiones campo a través, esas bajadas a lo kamicaze, esos resbalones y culetazos, … ¿no se volverán a repetir?. Creo que ya los hecho de menos. Siento nostalgia de aquellos tiempos. ¿Estaremos perdiendo nuestra identidad?.

Fue un día de estrenos. Estrené unas agujetas del copón. Y no me habría venido nada mal estrenar calcetines, porque los que llevaba no dejaron de moverse durante todo el camino hasta que consiguieron hacerme alguna ampolla. Pero nada de esto tiene importancia. Lo volvería a hacer una y mil veces. Nunca podré agradeceros lo suficiente vuestro apoyo, vuestras felicitaciones, vuestras propuestas (lo de sufragar mis consumiciones no se si podré aceptarlo. Me parece excesivo. Claro que ….. ¡estando en el paro….!)