Puerto de la Ragua-El Chullo

16 de Enero de 2010

Comentado por Jose Luís

Después de unas semanas de lluvia y con ganas de probar los crampones; el sábado 16 de Enero fue el gran día. Los valientes que tenían mono de nieve quedamos en el Cubo (como no podía ser otro sitio), para realizar una ruta de dificultad alta guiada por Rafa.

Este grupo de intrepid@s aventur@s formado por Inma, Elena, Carmen, Luis, Enrique, Miguel, Rafa, Diego, Manu y el que relata esta crónica (José Luis) tomamos los coches para encontrarnos en la Calahorra con otros aventurer@s Emilio y Paqui.


(Inma, Elena,Carmen, Luis, Enrique, Miguel, Rafa, Diego,
Manu, Jose Luís, Emilio, paqui)

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Crónica de nuestra subida al Chullo

Rafa nos dio unos mapas con la ruta para que nos fuéramos familiarizando con el terreno; el Chullo es la cima más alta de Almería unos 2610 metros de altura y algunas rampas de aproximadamente el 20% de desnivel; se parte de una altura aproximada de 2000 m para llegar a los 2600 de la cima.

Nos repartimos en algunos coches y a la aventura.

A la altura de Huetor Santillán mi coche dijo que él no continuaba con lo cual tuvimos que parar en la gasolinera de Huetor para que se lo llevaran al taller…. ¡¡Cosas que pasan!!

La aventura había comenzado: mientras esperábamos a la grúa, Diego y Carmen volvían al Cubo para traer otro coche y poder continuar nuestra subida al Chullo.
El día no nos lo iba a fastidiar una avería; ¡todo solucionado!, nuevo vehiculo para el transporte y …. ¡a la Calahorra que Paqui y Emilio nos esperaban!


Tras reagruparnos continuamos nuestra subida a la Ragua, punto de partida de nuestro lance a pie.
El día era magnifico, un cielo limpio y la nieve esperando a ser pisada por el grupo de andarin@s.


Nos pusimos las polainas y ¡¡a subir!!; la subida no era muy pronunciada pero sí constante; había tal cantidad de nieve y tan blanda que el primer tramo de la subida se hizo un poco penoso ya que nos hundíamos hasta las rodillas.


¡La primera parada en el refugio!; parada para reagruparnos, tomarnos algo de nuestras viandas, reponer fuerzas y …


¡¡¡como no …. ponernos los crampones!!!; los más expertos (que no los más mayores), aconsejándonos a los principiantes en estos menesteres: el broche para fuera, las correas bien ajustadas….. consejos bastante valiosos para todos.


Una vez montado el equipo acometimos el último tramo hasta la cumbre del Chullo.


La nieve era ya más dura y en algunos tramos encontramos hielo con lo que los crampones iban de miedo. No se si por la novedad de los famosos crampones pero el comentario general al llegar a la cumbre fue que el último tramo había parecido más cómodo de subir.

¡¡¡Por fin en la cima!!!; las vistas son espectaculares; mirando hacia el sur (creo) podíamos ver como el cielo se fundía en el horizonte con el mar y un barco fondeando; detrás hacia el norte veíamos la hoya de Guadix – Baza y en la llanura un gran parque formado por molinos eólicos, el castillo de la Calahorra un montón de sierras en su mayoría con las cumbres blancas de nieve.
Hicimos unas fotos para que aquellos compañeros que no pudieron estar puedan disfrutarlas como nosotros.

Panorámica de la visión que se tiene desde el Chullo


Decidimos terminar con nuestras manducas para eliminar peso de las mochilas, reponiendo fuerzas con la botella de vino de Emilio que se está haciendo famosa ya desde hace algunas salidas;


contemplamos nuevamente todo lo que se podía ver desde la cima y, como sucede después de comer, nos entró frío, así que…. recogiendo que es gerundio comenzamos el descenso.


No sabíamos si ponernos los crampones o no, así que en principio decidimos no ponérnoslos; ¡¡después de dos o tres resbalones….. todos con crampones!!


La bajada fue linda; Inma llevaba un trineo y decidió correr más que los demás así que lo estuvo probando. En un momento el trineo se escapó ladera abajo y Emilio nos hizo una demostración de “correcaminos”… ¡mejor dicho, “correnieves”!: con un “sprint” espectacular corrió tras el trineo hasta alcanzarlo.


Continuamos bajando y en un rellano hicimos una parada para reagruparnos; no se cómo, en un momento una lucha a bolazos de nieve todos contra todos…., algunos recibimos mas que otros. Después de la batalla llegó la calma y decidimos hacer un muñeco de nieve; teníamos todos los elementos para ese menester incluso la zanahoria para su nariz.

Continuamos el descenso hacia los coches y nos encontramos con el lugar perfecto para montar en trineo.


Tomamos los coches y bajamos hasta la Calahorra para comentar la jornada;
¡una cervecita aquí!,…
¡llena cuando puedas!...,
¿quién se come la tapa? ….

... y de vuelta a nuestros nidos.


Yo personalmente doy las gracias a ese Ser Supremo que nos ha regalado este gran día para disfrute de todos nosotros; buen tiempo y buena compañía.