De Prado Negro a Diezma por Jose Luis

Sábado, 9 de Febrero de 2019
Promotor: Loli, Luis, Inma
Comentado por Jose Luis

Quedamos en el Cubo a las 8:30h para realizar una ruta lineal que nos llevaría de Prado Negro a Diezma. La salida es de 17Km, dificultad media-baja y 5:30h de duración.

De Prado negro a Diezma

(Migue, Antonio, Silvia, Mayte, Inma, Antonio, Nacho, Elena, Diego, Rafa, Marian, Joaquin, Mercedes, Jose Castillo, Jose Alberto, Carmen Moral, Jose Luis Galán, Lola, Reyes, Inma Andarina, Mª José,  Gemma, Rafi, Mati, Luis, Katy)

Descripción

 Cuando todo da lo mismo, ¿por qué no hacer alpinismo?: Javier Krahe en su canción La Yeti.

 

Dice Alessandro Gogna, veterano alpinista italiano, que «El camino hacia la cima es, como la marcha hacia uno mismo, una ruta en solitario». Es, con seguridad, esa afirmación una verdad profunda, pero desde luego hacia la cima en soledad no caminamos ni mucho menos los penibetistas de la peña Andarina que el sábado 9 de febrero de 2019 partimos en autobús de la rotonda del tío oxidao. Éramos casi treinta, y tras unos traqueteantes tres cuartos de hora desembarcamos en la mini urbanización que llaman Prado Negro, por encima de Huétor-Santillán y de la Venta del Molinillo.

De Prado negro a Diezma

Con ciertos titubeos acerca de si es por acá o por acullá (empezando por el mismo chófer del autobús, hubo más de un pequeño despiste en ruta), comenzamos una ligera ascensión que pronto se convirtió en un sendero bonico bonico (que decimos en Graná) a rabiar: con el cerro del Jinestral y la áspera Sierra Harana a la izquierda, casi tocándola por el piedemonte, y toda la Sierra Nevada entera a la derecha, allá a lo lejos, entre retamales, sabinares, encinares… No tardamos demasiado en llegar a un pueblecillo que se llama Síllar Bajo, pedanía de Diezma, del que estoy seguro que el 99,99 % de los granaínos nunca han oído hablar a pesar de estar relativamente cerca de la capital, pero donde se respira tranquilidad y se disfrutan paisajes sin igual. Bares no sé si tendrá esta aldea, pero campo de fútbol-era-aparcamiento de tractores sí que tiene. Aquí hicimos un alto para la frutilla.

De Prado negro a Diezma

Continuamos nuestro periplo tomando enseguida una subida con nieve helada en las umbrías. Fue prácticamente el único gran desnivel (cuesta arriba, claro) de todo el recorrido y esto fue fragmentando poco a poco la serpiente multicolor que formábamos los esforzados penibetistas, hasta coronar un cerro desde el que es visible la Hoya de Guadix y la misma ciudad, capital de la comarca, y también el pueblo de Darro (a nuestras espaldas), amén de toda Sierra Nevada haciendo honor a su nombre, es decir, con nieve en cantidades industriales que hace todo aún más bonito. Tras dar cuenta de las viandas de cada uno, algunos hicieron una mini excursión a las tachuelas de terreno cercanas a ver qué se les ofrecía desde esos oteros. Vueltos los díscolos al redil, continuamos todos nuestro caminar, ahora ya siempre descendiendo entre una gran población de almendros florecidos y con el pueblo de Diezma a nuestros pies, y en pocos minutos pisábamos las calles de esta noble, leal y bonita villa de resonancias escatológicas.

De Prado negro a Diezma

Tras no encontrar acomodo en el Guinda, la cerveza de rigor tras la caminata fue en el Casa Hita, un restaurante con solera que conoció tiempos mejores, cuando la carretera nacional pasaba por delante antes de estar hecha la A-92 y la Autedia tenía parada obligatoria en su puerta, según me contó la amiga Ana, que conoce bien la zona.

El tiempo fue excelente para la práctica del penibetismo. No obstante, a algunillos, más audaces y a los que no les sobra en sus cuerpos serranos ni un gramo, y además llevan en sus mochilas unos cuantos menos tacos de calendario, les pareció poca cosa, ellos hubieran preferido algo más heavy, con muchas más subidas. O de buena gana hubieran continuado hasta Guadix. Bueno, no desesperen, excursiones de tropecientos kilómetros y que tengan en su recorrido alguna de las varias cuestas del desmayo que hay en la Sierra seguro que ya se están cocinando en las meninges de algún andarín (aunque no sea de Colomera). Para servidor, sin embargo, esta salida fue la ideal, y la abundancia de incomparables perspectivas algo inolvidable. Como si futboleros fuéramos, uno diría que excursiones así son de las que hacen afición.

Por último, quiero dar las gracias a todos los penibetistas de este estupendo grupo por la cordialidad que me han mostrado a pesar de ser un recién aterrizado y desconocido.

Nota: uso los términos “penibetistas” y “penibetismo” porque me parecen más apropiados y con mucha más solera que los de alpinismo, senderismo y no digamos aquel otro de trekking, ya que lo nuestro es recorrer la Penibetica de Norte a Sur y de Este a Oeste hasta el agotamiento. El doctor Fidel Fernández, insigne prócer granadino y benjamín de los míticos Diez Amigos Limited, que escribió en 1931 un libro de culto en cuestiones montañeras al que tituló “Sierra Nevada” (y que recomiendo a todos los peñistas), siempre empleaba esos términos ante los que palidecen otros más en boga.

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Video Realizado por Rafa

 

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