Peñón de Granada

24 de Febrero de 2018
Promotores: Silvia y Antonio
Comentado por Guillermina

Como siempre, quedamos tempranito, a las 8:15, en el Cubo para dirigirnos a Dúrcal dónde nos esperarían Antonio y Silvia, promotores de esta salida. Íbamos en coche así que, tras las oportunas salutaciones, marcamos la ruta en Google Maps y nos ponemos en marcha….

 Peñón de Granada

(Silvia, Antonio, Mercedes, Guillermina, Migue, Inma Romero, Ali, Cristina,  Celia, Luis,  Eva,  Jose Tomas, Antonio, Inma, Gemma, Diego, Elena, Pacoto, Elena Sánchez, David, Andres, Jose Castillo,  Esther, Raquel, Marbel, Inma Andarina, Mariano, Nala, Mica, Kira, Pinche)

 DESCRIPCIÓN

… No hubo suerte y nos pasamos la entrada que debíamos tomar para llegar al punto de encuentro. Hubo que hacer una maniobra no muy apropiada y, olvidándonos de la indicación de dirección obligatoria, entrar por el siguiente acceso. Aparcamos para luego volver a arrancar con la pretensión de llegar en coche hasta el inicio de la ruta. Tuvimos que desistir de ello tras comprobar que éramos muchos los que nos habíamos reunido y que no habría sitio para dejar tanto coche. Por concluir, volvimos a aparcar los coches en el pueblo y comenzamos a andar pasando por debajo de la antigua carretera nacional para subir por carretera hasta el sendero que, por la Loma de la Rampa –nombre apropiado- sube a la Casilla del Agua y al Peñón de Granada.

Peñón de Granada

No estuvo mal añadir ese tramo a la caminata ya que pudimos calentar antes de empezar la subida “media-alta” que nos esperaba. La senda subía, y subía … y así durante más de dos horas. Los continuos zig-zags hacían más llevadero el ascenso aunque no por ello dejaba de ser duro. Enseguida cogimos altura suficiente para contemplar el valle y, con ello, olvidarnos un poco del esfuerzo. Había algo de neblina que estorbaba un poco la vista del paisaje pero tampoco para lamentarse.

Peñón de Granada

Paramos un par de veces para reagruparnos, beber agua y tomar alguna cosilla para recuperar energías, que falta hacía. Desde el lugar de la segunda parada, divisábamos la Casilla del Agua y el Peñón. Quedaba un último tirón.

Peñón de Granada

La Casilla del Agua es una cámara de carga desde la que baja en una caída de 800 metros de desnivel una tubería que llega hasta la Central Eléctrica de San José. Se construyó en los años 20 y, en su día, fue la segunda con más metros de desnivel de España. Con este desnivel, no podíamos menos que tener una vista formidable. El panel informativo que encuentras te indica todo lo que puedes contemplar: al oeste, la Sierra de la Almijara, el Lucero, la Maroma; al noroeste, la sierra del Manar –donde, por cierto, fue la anterior ruta-, al norte, los Alayos, y, por supuesto, el valle, sus pueblos –Cozvíjar, Dúrcal, Pinos del Valle, Padul- y, también, la laguna de Padul. Tengo que decir que hasta ahora no había tomado conciencia de lo que es este valle.

Peñón de Granada

Subiendo un poquito más, llegamos al Peñón de Granada, a 1.703 metros, desde dónde podía verse el pico de El Caballo cargado de nieve. Una magnífica vista.

Peñón de Granada

Tras las pertinentes fotos, decidimos que era el momento de comer. Los menos frioleros lo hicieron en el mismo pico; otros, optamos por bajar e intentar refugiarnos tras una caseta, con escaso éxito, por cierto.

Ya recuperados y con el ánimo que da el que sólo queda bajar, empezamos la vuelta. Llaneamos algún tiempo por una pista que nos llevó hasta la Vereda del Obispo donde comenzamos el descenso que, aunque notable, no era excesivamente difícil.

 

Peñón de Granada

Realizamos la última parada junto a un dique para tomar alguna fruta y prepararnos para el tramo final de la ruta. Tras unos minutos, continuamos por la senda que poco después baja al lecho de la Rambla. Ahora caminamos por un amplio espacio, sobre un suelo de grava y rodeados de curiosas formaciones pétreas. Me llamaron la atención los cipreses que hay plantados, al parecer, para sujetar el terreno; resultan extraños en el entorno.

Peñón de Granada

Pasamos por otro dique que debimos sortear por la derecha y continuamos un poco más por la Rambla hasta que llegamos a un carril de tierra por cuyo ramal de la izquierda seguimos para llegar al pueblo y a la esperada y merecida cerveza, acompañadas de muy buenas tapas, dicho sea de paso

Peñón de Granada

Bueno, en la parte que va del carril de tierra a la cerveza, no estoy incluida. Lamentablemente, mi rodilla no estuvo de acuerdo con lo que digo del descenso y protestó más de lo debido. Gracias a los compañeros que me ayudaron a bajar. En cualquier caso, fue un día estupendo.

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Video Realizado por Nacho

 

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